El bolso, un complemento de mujer milenario
Los bolsos , historia y orígenes desde la antigüedad
Lo cierto es que los bolsos artesanales son tan antiguos como la propia humanidad, pues hay constancia de que ya en la prehistoria exitieron formas primitivas de este objeto.
De hecho, hay algunas pinturas rupestres en las que se aprecian figuras femeninas portando objetos ya bastante similares al bolso actual. Se cree, de hecho, que este complemento fue desarrollado por nómadas que lo empleaban para poder transportar los elementos cazados o recolectar las frutas que iban recogiendo en su camino. Esos primeros bolsos se fabricaban usando pieles de animales domésticos o cazados por la tribu, pero pronto, por su gran utilidad, se hizo evidente que lejos de ser un mero complemento, el bolso debería formar parte integrante del atuendo de cualquier persona por su gran versatilidad.
La búsqueda, a partir de entonces, se centró en conseguir un método que hiciese del bolso un elemento más manejable y suave. Esa pesquisa duró milenios, y va intrínsecamente ligada a la historia de la humanidad, si bien en un origen con fines únicamente prácticos. De ahí que el bolso sea un objeto tan fascinante que no podemos dejar de estudiar y admirar, pues nos cuenta mucho sobre la evolución y los gustos de una determinada comunidad.
Pronto la tela demostró sus virtudes como material para fabricar bandoleras y bolsos de mano. En una época tan temprana como la Edad Media, ya los bolsitos de las damas se confeccionaban con las mismas telas de sus vestidos y se ataban a la cintura. En esa muestra tan directa de coquetería el bolso ya había pasado del aspecto puramente utilitario a convertirse en un objeto de gran belleza.
Pero habrá que esperar a la Revolución Francesa, época en la que nacieron los que se pueden considerar los primeros bolsos entendidos como complemento puramente estético, para verlos ligados a la moda de cada momento, de una manera similar a como los entendemos hoy en día.
La llegada del siglo XX, con la liberación femenina en el mundo occidental, eliminó de la indumentaria de la mujer muchas prendas, como el sujetador o el corsé, pero el bolso siguió siendo imprescindible, y prueba de ello es que siempre lo vemos muy presente tanto en las pasarelas que marcan las últimas tendencias como en las revistas del sector.